Mujer mirando al mar1 marzo, 2011

Autoría: GÓMEZ, Ricardo

Publicación: Madrid, S.M.

Páginas: 128

ISBN: 9788467540796

No es una novela al uso, es algo más. El escritor intenta introducir al lector en su proceso creativo, para ello no duda en explicar su forma de actuar a la hora de inventar historia y llevarla al papel. No se puede catalogar como novela juvenil porque sus protagonistas son adultos, la trama no se ocupa de asuntos vitales para aquel segmento de la población y el destinatario es un público sin edad, por todo ello se puede decir que no es únicamente una novela juvenil.

Si se quisiese catalogar resultaría difícil incluirla en una categoría, se puede decir que es metaliteratura, se habla de literatura en la obra; también una novela de intriga, no sabemos qué ocurrió y el escritor intenta descubrirlo; incluso negra, no en vano hace de detective el protagonista; además es histórica, se retrata una época concreta de nuestra historia; de viaje, el personaje se desplaza por la costa gallega en busca de información; testimonial, deja constancia de unos acontecimientos dejados escritos por su autora; sentimental…, e incluso mezcla prosa y verso.

Todo comienza cuando del autor se encuentra una carpeta llena de versos en un vendedor del Rastro madrileño. A partir de la historia de amor contada por Elena, en la que desde el principio deja claro que es juzgada por el asesinato de su marido, Pablo, al que mucho quiso y por ese amor tan grande dio el paso que dio.

Sin saber más, torturado por esos versos el escritor viaja a Galicia, indaga en algunos pueblos sobre historias pasadas en busca de la pareja ideada y revive la época del principio de la posguerra en la que tantas cosas estaban prohibidas y sobrevivir era muy complicado para muchas personas.

Ricardo Gómez mezcla los versos comprados en un vendedor callejero con sus razonamientos y devaneos sobre la realidad que no logra completar, pero va reflejando las distintas posibilidades que su mente recrea partiendo de los testimonios recogidos. Todos sabemos que la verdad es poliédrica, porque cada uno aporta un aspecto de ella y la realidad no es más que la suma de todas esas partes, dejándonos el autor claro que escribir no es sencillo y que la realidad tiene distintos matices, dependientes de la visión que de ella se tenga.

A lo largo de las páginas se mezcla el yo narrativo, del personaje escritor y de Elena, la autora de los versos encontrados, con la tercera persona del narrador omnisciente que hace acto de presencia en la historia final, en la que el relato coge fuerza y velocidad, dejando ya las divagaciones y recreaciones sobre aspectos concretos que tanto han enriquecido las tres cuartas partes del libro.

En definitiva, es un libro que se lee rápidamente, que ofrece una versión de la forma de vida y de la represión sufrida en España después de la guerra Civil sin ahondar en el dolor, y va más allá de la pasión amorosa. El autor busca la reconciliación de las personas que vivieron aquellos tiempos y resaltar la historia de amor que fue frustrada por los acontecimientos bélicos.

Ricardo Gómez que anteriormente se dedicó a impartir clases de matemáticas lleva una década recogiendo premios y alabanzas de sus lectores. En 1996 cosechó su primer premio, Juan Rulfo de relato corto, y en 1997 y 1998 el premio Ignacio Aldecoa de relatos, ese último año fue finalista en el Premio Jaén de Literatura Infantil y Juvenil con Bruno y la Casa del Espejo. En 1999 recibió el Premio Nacional de Poesía Pedro Iglesias Caballero. En 2006 también hizo doblete, consiguió el Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor con Ojo de nube y el Premio Cervantes Chico que el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Asociación de Libreros y Papeleros complutenses otorgan a un autor por el conjunto de su obra. Y en el año 2010 ha recibido el Premio Gran Angular de la Editorial SM por su novela Mujer mirando el mar.

Por José R. Cortés Criado

IES María Zambrano. Torre del Mar, Málaga