De la contracubierta:

Una moneda caída en el suelo, las notas de una melodía, las páginas de una novela, la alineación de los jugadores de un equipo de fútbol, un momento, una palabra, un sonido, con color… Pequeños detalles que encierran toda una historia.

Once relatos que muestran la vida de personas anónimas como acontecimientos únicos, extraordinarios e irrepetibles.

Con estos cuentos, Ricardo Gómez demuestra que cualquier situación y cualquier persona adquieren protagonismo cuando se miran tras el cristal de la literatura.


Mi vida literaria comenzó con la escritura de cuentos, y en este libro se recogen algunas de mis primeras obras, cuando aún no habían aparecido el deseo, ni la posibilidad, de dedicarme a la escritura. Por aquella época, mis únicos lectores eran mi familia y mis amigos, que los consideraban una atrevida curiosidad en alguien que por aquel entonces se dedicaba a las matemáticas. Deseoso de «probarlos» en auditorios más neutrales, envié alguno de ellos a algún concurso, con la sorpresa de comprobar que eran premiados y aparecían publicados en revistas o folletos (el Requiem Alemán, en La Felguera; El hombre que nunca leyó Moby Dick, con el Gabriel Miró en Alicante; Suerte, con el Hucha de Plata en Madrid; Viaje al Azul, con uno de los NH…) Aquellos premios y publicaciones fueron sin duda un acicate a la hora de seguir escribiendo. No quiero olvidar aquellos orígenes balbuceantes, ni dejar de manifestar mi pasión por la narración breve, que considero uno de los retos más difíciles de la literatura. Esta docena de cuentos, realistas unos, fantásticos otros, suponen una declaración de principios: incluso las existencias más aparentemente anodinas, incluso las personas más sencillas, adquieren relieve y protagonismo cuando son sometidos a una mirada literaria.


Algunas críticas sobre el libro:

En el Blog “Pizca de Papel”, de Anabel Sáiz Ripoll, en enero de 2013:

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En “El Heraldo del Henares”, por Roberto Mangas Morales, en marzo de 2013:

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